Un preso islamista radical apuñaló ayer martes a dos vigilantes de la cárcel de alta seguridad de Alençon-Condé-sur-Sarthe, en Normandía, mientras le visitaba su esposa, en un suceso que las autoridades han calificado de acto terrorista. La pareja se atrincheró luego, durante casi diez horas, con la amenaza –que se demostró infundada– de que harían estallar un c inturón explosivo. Un comando especial de la policía se trasladó a la cárcel y logró reducirlos. La mujer, gravemente herida por bala, falleció poco después.
El ataque se produjo sobre las diez de la mañana en la unidad de vida familiar (UVF) de la prisión. El reo, Michaël Chiolo, de 27 años, había pasado el fin de semana con su mujer. Cuando los guardias les informaron que su tiempo juntos se había acabado, él esgrimió un cuchillo de cerámica y atacó a los agentes al grito de “¡Alá es grande!”. Este hecho, además de la información previa que se tenía ya sobre el individuo, llevó a considerar el suceso como acción terrorista. Por eso se hizo cargo el fiscal de la República de París, Rémy Heitz, competente en estos casos, quien se trasladó a la cárcel.
Tras 10 horas de atrincheramiento
La pareja fue reducida y herida. Ella murió después
Según algunas fuentes, la mujer participó en la agresión contra los guardias. No se sabe si el cuchillo de cerámica, que no se detecta fácilmente, fue introducido por la esposa. Es frecuente que, en los registros que se hacen con regularidad en las celdas, aparezcan este tipo de cuchillos, lo cual evidencia un fallo grave en los sistemas de control.
Uno de los vigilantes resultó herido en la cabeza y en el abdomen. El otro recibió una cuchillada en la espalda. El de pronóstico más grave fue el primero, que hubo de ser operado, pero su vida no corre peligro. También el preso y su esposa resultaron heridos, por bala, durante el asalto policial. Ella murió al poco tiempo.
