lunes 1 de julio de 2024

¡A 2 AÑOS DE SU PARTIDA! Así fueron las últimas horas del ‘Divo de Juárez’

El domingo 28 de agosto de 2016, Juan Gabriel tenía previsto tomar un vuelo privado que lo trasladaría de Los Ángeles, California, a El Paso, Texas, donde a las 8:00 de la noche ofrecería un concierto. Un compromiso que a las 11:43 de la mañana quedó cancelado, sin previo aviso y para siempre.

El 15 de abril de 2014 sonaron las primeras alarmas: el prolífico cantautor mexicano Juan Gabriel había sido hospitalizado de emergencia en un hospital de Las Vegas, Nevada, donde una neumonía ponía en jaque su vida. Casi tres semanas después, venciendo a la muerte, el ‘Divo de Juárez’ fue dado de alta y prometió que regresaría a los escenarios.

Todo parecía normal

Hay videos de esa noche en los que fans aseguran que Juan Gabriel salió del escenario sintiéndose mal. Pero sus allegados, como su manejador, Gilberto Andrade, aseguraron que no, que «él estaba bien». Lo que sí pidió fue que en vez de viajar el sábado a El Paso, Texas, donde ofrecería un concierto el domingo, se le permitiera quedarse un día más en su apartamento en Santa Mónica, California, descansando.

 

La prueba de sonido la haría a las 5:00 de la tarde del mismo domingo, tres horas antes de ofrecer su concierto en el Don Haskins Center. Sus deseos fueron órdenes para su equipo, que hizo los arreglos para que el artista viajara en un avión privado. Así las cosas, el sábado Juan Gabriel afinó algunos detalles e incluso dedicó tiempo a organizar lo que sería su gira por Centro y Suramérica.

También recibió a algunos amigos la casa de tres pisos que tenía alquilada en el 11 de Marine Terrace, en el lujoso complejo Blü en la ciudad de Santa Mónica, en el condado de Los Ángeles. Allí lo tenía todo, desde elevador privado hasta gimnasio y un cuarto de spa con jacuzzi. Unos lo vieron feliz y pleno y otros alegaron que lucía cansado.

Su último domingo

El domingo 28 de agosto, se desconoce a qué hora exacta Juan Gabriel se despertó. Pedro Marín se quedó esperándolo en su puesto de liquados, pues en los días anteriores el Divo de Juárez personalmente había ido a buscar su ‘Green Team Combo’, un compuesto de apio, espinaca, pepino, limón y perejil.

A media mañana, uno de los empleados del artista pasó a recoger la bebida para llevársela al departamento, donde el intérprete de ‘Amor eterno’ se alistaba para salir al aeropuerto, rumbo a Texas. En esas gestiones andaba cuando le pidió a otro asistente personal que le acercara el tanquecito de oxígeno, porque sentía que no podía respirar muy bien.

Juan Gabriel tenía 66 años, diabetes, neumonía y un historial de problemas cardiacos, pero cuidaba su dieta, según explicaron quienes lo conocieron a Univision Noticias. Era vegetariano y disfrutaba con la comida tailandesa.

Ese trágico domingo, del que se cumple ya una semana, Alberto Aguilera Valadez tenía un concierto en El Paso (Texas), pero quiso apurar la jornada en California y viajar en un avión privado para llegar a la cita con su público justo a tiempo de realizar las pruebas de sonido, en torno a las 17:00 hora local.

“Él se encontraba bien, él se encontraba bien”, repitió su representante, Gilberto Andrade, en declaraciones telefónicas a Univision.

Juan Gabriel había pasado una semana en el condado de Los Ángeles; ocupado, pero sin sobresaltos ni viajes. El miércoles había grabado en Burbank el que sería su último vídeo musical, el viernes ofreció en en Inglewood la que sería su actuación definitiva – más de dos horas y media de concierto– y el sábado decidió quedarse en Santa Mónica para tomarse un día libre.

Esa mañana, la última en la vida de Juan Gabriel, había estado hablando con Andrade de sus próximos proyectos, entre ellos la gira por América Latina, y nada hacía presagiar lo que ocurriría poco después.

Lo próximo que se supo, fue que el cantante entró al baño y allí colapsó solo; lejos de sus hijos y de esas grandes amistades que tanto presumen cuanto lo amaron.

Al menos dos personas intentaron ofrecerle los primeros auxilios, mientras solicitaban la ayuda médica a través del servicio de emergencias 911. «Es una súper, súper emergencia», consigna la transcripción de esa llamada, donde no se identifica a la persona que desesperada intentaba una respuesta inmediata.

Trascendió que el artista recibió toda la atención posible, pero nada pudo hacerse contra el azote de ese infarto fulminante, causado, según el reporte del médico forense, por una combinación de su elevada presión arterial, altos niveles de colesterol «malo» y su diabetes.

A las 11:43 de la mañana, se certificó que murió Alberto Aguilera, llevándose consigo a Juan Gabriel, que desde entonces se convirtió en la tristeza de los ojos de sus millones de seguidores alrededor del mundo.

NAM/Univisión