viernes 29 de marzo de 2024

¡TEMA TABÚ! Las siete cosas que deberías saber sobre la vagina

La falta de conocimientos básicos sobre los órganos sexuales femeninos sigue siendo llamativa a día de hoy, como bien reveló una encuesta del año 2016 llevada a cabo en Reino Unido con 1.000 mujeres: solo la mitad de ellas eran capaces de detectar la vagina en los diagramas del sistema reproductivo de la mujer.

Ahora, la ginecóloga británica Alyssa Dweck pretende paliar esta ignorancia originada a través del tabú que aún se cierne sobre la anatomía femenina. Su libro «The Complete A to Z for your V» se publicará el próximo 1 de junio de 2017 y en él habla sobre todos estos temas tabú formados alrededor de la sexualidad femenina.

No existe una «vagina normal»

Según Dweck, a pesar de que todas las mujeres se preguntan si su vagina es normal, la realidad es que ese concepto simplemente no existe: «Recibo un montón de preguntas sobre si todo lo que veo es normal, si son demasiado grandes, ¿cómo voy a saberlo?. Hay cientos de miles de formas y tamaños en referencia a cómo puede ser una vulva, así que esa debe ser la referencia para cada mujer», escribe.

Tiene su propio sistema de autolimpieza

A pesar de que los profesionales sanitarios advierten de que las «duchas vaginales» pueden alterar su pH o nivel de acidez, sigue existiendo la idea errónea de que los genitales femeninos están sucios o que tienen un mal olor persistente si no se les dedica una limpieza específica.

Valérie y su hija Adele, devoradas por un oso durante la baja de maternidadJ. ÍñiguezLa familia se había retirado para la libranza a una cabaña aislada en el territorio del Yukón, adyacente a Alaska y cerca del Círculo Polar Ártico. La isla llena de osos famélicos, en situación aún más desesperada un año después Goiat, el intocable oso asesino del Pirineo: sólo está permitido espant
Según Dweck, la realidad es que la vagina tiene sus propios mecanismos para mantener la limpieza y la higiene saludable, por lo que todos los productos especiales o jabones perfumados que existen en el mercado son inútiles e incluso pueden ser perjudiciales.

El flujo vaginal puede variar según la época del año

Con el cambio de estación, el flujo vaginal también sufre cambios. No, no se debe a la temperatura o al tiempo de cada estación en especial, sino a los hábitos que se adoptan en cada época del año.

Por ejemplo, las personas que son alérgicas suelen mantener su a raya sus estornudos con una serie de medicamentos, muchos de ellos usados en exceso al poder adquirirse sin receta, algo que como efecto colateral puede influir también en el flujo vaginal.

¿Por qué sucede esto? Según Dweck, los antihistamínicos funcionan «secando» los fluidos corporales, y esto puede afectar tanto a los estornudos nasales como al flujo vaginal, pues algunos antihistamínicos son poco específicos y tienen un efecto general.

Los tampones no alteran al DIU

Según refiere Dweck, a pesar de que existe la creencia de que usar tampones durante la menstruación puede alterar los efectos del DIU, llegando a obstaculizar su misión anticonceptiva -haciéndolo caer, por ejemplo-, esta creencia es totalmente errónea.

Como bien explica la ginecóloga, el DIU se encuentra dentro del útero, y no en la vagina, por lo que un tampón no va a obstaculizar al dispositivo.

Tras el sexo, es aconsejable secar la vagina

Aunque las infecciones por hongos no se consideran ETS o enfermedades de transmisión sexual, sí pueden ocurrir tras practicar sexo. Esto se debe a una reacción frente a la flora natural de la pareja -todo el mundo tiene hongos y otros microorganismos de forma natural en la piel-.

Para evitar estas infecciones postcoitales, Dweck recomienda un lavado de la vulva tras practicar sexo, con el objetivo de deshacerse de la humedad y los microorganismos que puedan existir. Asimismo, también aconseja el lavado y secado de todos los juguetes sexuales, evitando lubricantes con glicerina, y el uso de preservativos sin el espermicida nonoxynol 9.

Es aconsejable seguir revisiones ginecológicas

Según Dweck, debido a la nuevas directrices sobre el test de Papanicolaou o citología -destinada a descartar el cáncer de cuello de útero-, que se realiza cada tres años en mujeres menores de 30 años, y cada cinco años en mayores de 30 años, muchas de ellas eluden el examen ginecológico anual.

Si bien es cierto que cuando se realiza la prueba de Papanicolau también se realiza una visita, esta suele ser muy dirigida a la prueba en sí misma, y Dweck afirma que es necesario continuar con el seguimiento anual como siempre aparte de esto.

Hay que consultar siempre con un ginecólogo

Finalmente, Dweck afirma que los ginecólogos son «imperturbables». En otras palabras, aconseja llevar a cabo siempre cualquier duda, pregunta o preocupación por tonta o embarazosa que pueda parecer.

De hecho, ella misma afirma que sus pacientes le han llegado a consultar temas tan variopintos como posiciones sexuales y orgasmos. Por ello afirma que, a pesar de lo que se pueda creer previamente a realizar estas consultas, lo más probable es que el ginecólogo al que se consulte ya haya escuchado algo así -o peor- con anterioridad.

 

El Español