miércoles 17 de abril de 2024

#OPINIÓN Políticos Emergentes (Jesús Castillo Molleda)

La diáspora política en Venezuela, disputada desde el año 1998 con la llegada de la revolución a la presidencia, ha generado un desgaste natural entre la generación de políticos que se han mantenido en el conflicto, unos en representación del gobierno y otros en representación de la oposición. En el año 2007 una generación del liderazgo político juvenil se hizo sentir en las calles de Venezuela reclamando libertad de expresión y defendiendo, para ese entonces, su posición en contra del cierre del canal RCTV.

La lucha política se hizo presente en diferentes fechas posteriores, diciembre 2007 (Referéndum de la reforma
constitucional), octubre 2008 (Elecciones de Gobernadores y Alcaldes), febrero de 2009 (Referéndum de la reforma
constitucional, inclusión de la Reelección Indefinida), septiembre 2010 (Elecciones Parlamentarias), febrero 2012
(Primarias presidenciales de la oposición), Octubre 2012 (Elecciones Presidenciales), diciembre 2012 (Elecciones a Gobernadores) Abril 2013 (Elecciones Presidenciales), Diciembre 2013 (Elecciones de Alcaldes), Febrero 2014 (Manifestaciones de Calle), Diciembre 2015 (Elecciones Parlamentarias), Marzo 2017 (Manifestaciones de Calle), Julio 2017 (Plebiscito y Elección de la A.N.C.) Octubre 2017 (Elecciones a Gobernadores), Diciembre 2017 (Elecciones a Alcalde), Mayo 2018 (Elecciones Presidenciales), Diciembre 2018 (Elecciones a Concejales).

En todos estos escenarios el gobierno nacional logró sobrevivir principalmente por contar con una oposición política con estrategias divididas en relación a cómo enfrentar al gobierno. Los estudios de opinión pública aclaran que los ciudadanos aspiran que la vieja generación de políticos debe darle paso a una nueva aclamando políticos emergentes que sean capaces de comprender que para el logro de los objetivos deben apartar los intereses particulares y pensar en los intereses colectivos, que entiendan que llegó el momento de pensar en salvar a Venezuela.

La crisis actual llegó a todos los estratos sociales del país, tanto el pobre como el rico se sienten angustiados ante la criminal inflación y el descontrol de precios en el 100% de los productos, lo que ha provocado un alto rechazo popular a la gestión de Nicolás Maduro poniéndolo en jaque a tal extremo que de querer mantener la revolución viva en el tiempo no le conviene entrar a un escenario de confrontación, por el contrario, estaría obligado a entrar a un escenario de negociación consensuada en la que las partes en conflicto puedan llegar a acuerdos que permitan
destrancar el juego y lograr atender la angustiante crisis humanitaria y económica.

Los aliados al gobierno de Maduro deben comprender que fracasaron en los intentos de gobernar a Venezuela con éxito, deben comprender que el 92% de los venezolanos no tiene la capacidad de atender sus necesidades básicas y de alimentación, que el escenario actual no les favorece y que lo más sensato sería convocar a unas elecciones presidenciales para resolver el conflicto en democracia y paz.

El gobierno nacional tenía mucho tiempo ganándolas todas y le llegó el momento de no tener el viento a favor, aunque en el juego político muchas veces perdiendo también se gana. La situación del país no soporta más confrontaciones estériles ni tampoco soporta que se quiera desconocer los niveles de miseria, abandono, deterioro, hambre, atraso, angustia, éxodo, lo que sucede en Venezuela no hay manera de taparlo, muestra de ello es la cantidad de personas a las afueras de los mercados populares, auto mercados, restaurantes, cafetines, esperando las sobras para poder comer (ellos y los miembros de sus familias). Como lo dijo Cilia Troconis “Las crisis se resuelven
solo cuando se reconoce que hay una crisis y cuando se reconoce que hay que buscar ayuda para resolverla”. Les deseamos una semana de la juventud de éxitos para todos.

NAM/S.H. Jesús Castillo Molleda/Opinión