jueves 28 de marzo de 2024

#Opinión La alienación, como factor de desadaptación social en ¡Venezuela! (Gervis Medina)

Una de las tareas fundamentales del venezolano, es alcanzar una organización que le permita desarrollarse como ¡Hombre! ¡Y no comerse el uno al otro! Sin esa perspectiva funcionalmente humana, es imposible sentir la existencia como lo
que debe ser: un proyecto, un plan, una organización en constante e ininterrumpido desenvolvimiento dialéctico, para el desarrollo de las libertades. Y este es el caso del venezolano.

Cuando él, en su lucha por dominar el orden natural de la cosas, no puede impedir que las relaciones entre él y las circunstancias de su trabajo configuren un ambiente propicio a la adaptación social, a la identificación consigo mismo y con los demás, se convierte en una víctima de su propio y lamentable extrañamiento.
¡Por lo que! sometido al impacto de las fuerzas que resultan de ese proceso de transformación progresista pero incontrolado, es entonces un ridículo juguete de ese flujo y reflejo de contradicciones que forman la arquitectura de nuestro sistema
económico, político y social.

El cuadro de presiones dentro del cual se mueve el venezolano, es esclavizado en la alienación hacia una u otra doctrina o ideología, con las escandalosas características: ¡Ausencia de identidad consigo mismo! ¡Ausencia de identificación con la comunidad!
¡Pérdida de toda posibilidad de comunicación con los otros! ¡Sumisión al estado de necesidad! Desaparecen así las oportunidades para el logro de la paz, armonía y toda plenitud humana, conocida como “calidad de vida”.

El venezolano, incapacitado para servirse de sí y por sí mismo, queda atado a la más humillante utilización por los demás y para los demás. No es que se evade del campo de la dignidad de su manifiesta condición humana. Es que se expulsa de un mundo donde al negársele la facultad de elegir, se condena a no poder darse un sentido ni una dirección a su propio destino.

¡No puede amar a la libertad, porque le teme a ella! ¡Le tema a la libertad, porque la ignora! ¡El temor a la libertad es ya esclavitud! Se teme a la libertad desde que no se poseen el aliento ni el poder necesario, para superar y vencer las fuerzas opresoras de la alienación. La protesta contra la alienación a través de la insensibilidad, mora de la
indiferencia social, de la deformación de los medios de lucha, conduce a ese tipo de morbosa rebeldía por inadaptación que desemboca en el estado de peligrosidad y aun en la situación de delincuencia irremediable.
¡Ojala! Sirvan estas reflexiones para inspirar al lector y estudioso del fenómeno antropológico, teológico y social en Venezuela.
Por naturaleza, ¡El hombre! realiza su condición humana sintiéndose ser algo. No se esalgo sino cuando se expulsa el sentimiento de ser nada. Entre el ser algo y el ser nada se extiende el nivel de aspiración, como medida de la dirección-

Gervis Medina