Luego que el equipo de futbol Trujillanos FC saliera de un hotel en San Cristobal, Táchira, la mañana del pasado domingo y se embarcaran en un autobús, fueron atacados a piedras por desconocidos y el conductor resultó herido. Trujillanos había sostenido un paretido en el estadio Pueblo Nuevo, cayendo derrotado 1-0 ante Real Frontera en la Segunda División del fútbol venezolano.
Se desconoce si el ataque fue ejecutado por delincuentes para detener la unidad y asaltar a los jugadores o por algunos hinchas alterados. Este no es el único acto de violencia que ha ocurrido en el fútbol venezolano. Por ejemplo, el año pasado el autobús de la plantilla del Carabobo FC fue tiroteado cuando regresaba de Barquisimeto a Valencia tras disputar un partido con el Deportivo Lara. En un comunicado, el club señaló que a su paso por el estado Yaracuy «una grúa obstaculizaba el camino».
«Gracias a la rápida reacción de los funcionarios adscritos a la policía del estado Carabobo, quienes estaban escoltando a la plantilla; pudieron evitar la situación».
#UltimoMinuto A pocos minutos de la salida del hotel en #SanCristobal luego del partido frente a @RealFrontera fue atacado el #Trujibus resultando herido el chófer de la unidad. pic.twitter.com/Pbh0B09hAk
— Trujillanos FC (@trufc) August 8, 2022
Destacó que el autobús del equipo recibió impactos de bala, aunque los integrantes de la comitiva «pudieron salir ilesos de las amenazas de los antisociales».
«Desnuditos en 2016»
El equipo de fútbol Trujillanos FC fue víctima de un secuestro express para ser despojados de sus pertenencias. El hecho ocurrió lunes,19 de septiembre en la madrugada en Boca de Uchire, estado Anzoategui, a las 2.30 de la mañana.
Los jugadores y el equipo técnico relataron que seis sujetos armados abordaron el autobús que fue desviado kilómetro y medio. Los sujetos se llevaron cámaras, laptops, uniformes, tacos y balones.
De igual manera, el club explicó en su cuenta de Twitter que los sujetos: “Amenazaron que si el bus tenía GPS o estaba escoltado detonarían granadas para no dejar evidencia”.
En esa ocasión, los futbolistas fueron despojados hasta de las camisas que llevaban puestas y dejaron a muchos descalzos. Entonces, se hizo un llamado a mayor custodia en las carreteras del país. No pasó nada. Luego vino el crimen de los dos beisbolistas, Luis Valbuena y José Castillo, atacados por malandros cuando iban de Caracas a Barquisimeto luego de disputar un juego de béisbol.
Fue tal el ataque, que el conductor de la camioneta, Luis Valbuena perdió e control y el auto se volcó, en un hecho que conmovió al país y donde Carlos Rivero, toletero del Cardenales de Lara fue el único sobreviviente. Tal parece que las carreteras siguen desguarnecidas.
«La Familia del Trujillanos FC condena estos lamentables hechos vandálicos que afectan el desarrollo del fútbol nacional y ponene en peligro la intregridad de nuestros integrantes y personal», señaló el equipo.
NAM/ACN/Trujillanos
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