No ha sido tarea fácil recuperar al 100% el sistema educativo a todo nivel desde hace par de años cuando la pandemia obligó al confinamiento y al cierre. Esta medida dejó abandonada a la infraestructura escolar que sufrió dos grandes daños; por un lado los hampones, aprovechándose de la ausencia total de personal, desvalijaron cuanto pudieron y por el otro la falta de mantenimiento desmejoró significativamente a las instalaciones, pero, el gobernador Manuel Rosales se ha empeñado, con todo y los limitados recursos, en devolverle al Zulia una infraestructura escolar de primer nivel y que los niños y jóvenes puedan contar con un colegio con todas sus áreas operativas incluyendo los programas de atención social.
Así lo ha aseverado en ‘Avanza’ por Sabor 106.5 la subsecretaria de Educación, profesora Carol Camacho quien sumó que “a través de Fundaeduca, hubo una primera fase donde se recuperaron en su totalidad 60 escuelas de las cuales ya fueron entregados seis planteles visitados por el Gobernador, comenzando en enero con la escuela ‘Carmelita Morales’ de la parroquia Cacique Mara y fue entregada con toda la infraestructura de primer nivel y las obras de recuperación continúan, no con la rapidez con las que acostumbra el Gobernador (Manuel Rosales) por el tema presupuestario, pero dando pasos firmes hacia la recuperación total de la infraestructura escolar”.
Camacho calificó este año escolar como “accidentado” por la cantidad de protestas que los educadores han protagonizado desde el mes de enero exigiendo sean dignificados sus ingresos y beneficios, no obstante, “algunos colegios, bajo la coordinación de los entes rectores, Zona Educativa y Secretaría, un sistema semipresencial o de horario mosaico y de acompañamiento al mismo tiempo a las jornadas de exigencia de los docentes”.
Respaldo al educador
“Hemos hecho énfasis –recalca Camacho- en la neuro-educación, en ese apoyo socioeducativo en todas las familias donde existe un docente ahí hemos estado respaldando, acompañando, apoyando, porque, la crisis no ha sido solo por la pandemia, es que ha habido crisis de gasolina, de transporte público, de servicios como electricidad y agua potable, que al no ser eficientes y constantes afectan muchísimo el poder recibir a los alumnos en los planteles y ese ha sido un drama con el cual hemos tenido que luchar con resiliencia y con mucho compromiso”.
Migración docente, otro escollo
Camacho recordó que, a la fecha, la cifra de migración docente roza el 45% “Eso ha afectado un poco el proceso educativo, porque, pues, se ha tenido que diseñar una metodología que de alguna manera cubra esas ausencias y no ha sido fácil, pero ahí vamos, generando procesos en aras siempre de mejorar”.
Salario inhumano y horario mosaico
La profesora Carol Camacho recordó, igualmente, que en el sector Educación, los docentes se manejan bajo escalas salariales de acuerdo con su nivel de antigüedad y otros elementos curriculares.
Al respecto, manifestó que un docente Nivel 1, que es el que apenas va iniciarse en el proceso de la enseñanza cobra de quincena entre 200 y 250 bolívares, equivalentes a unos 8 dólares y en el caso del docente Nivel 6, que es el máximo en la escala, cobra mensual cerca de los 750 bolívares, es decir menos de 25 dólares.
“Un docente que gane 215 bolívares, si tiene que tomar una unidad y hasta dos de transporte público para ir al colegio y regresar a su casa por cinco días a la semana, en esa misma semana se consume el salario solo en pasajes, de manera que el horario mosaico les ha permitido palear de algún modo desarrollando otras actividades para poder subsistir”.
Merma, pero hay experiencia
Camacho reconoció que con este horario mosaico, de dos días presenciales de actividades escolares y el resto desde casa no ofrece la misma calidad educativa que un sistema normal: “Pero, para eso estamos monitoreando a diario, acompañando, realizando evaluaciones, porque, la ventaja es que la pandemia nos dejó de aprendizaje la educación virtual y ahora adaptarnos a ese sistema ya es más sencillo, solo que hay que ir puliendo la metodología, mejorando donde haya que mejorar para que el proceso didáctico sea más profundo y más adecuado”.
La docente reconoció que en materias clave como Física, Química e Inglés, materias práctica que además, ameritan del trabajo en grupo, ha habido un “bajón” una “brecha educativa” que durante la pandemia impidieron la fluidez del proceso enseñanza-aprendizaje, pero, que ahora se están abordando esos espacios en blanco para llenarlos y que el proceso se dé con el horario mosaico incluido, pero que, ciertamente, el estudiante salga suficientemente preparado”.
Camacho finalizó haciendo énfasis en que para el sector Educación, la situación financiera es muy precaria y ello incluye la infraestructura escolar y la posibilidad de asumir una presencialidad total, pero, la Secretaría de Educación está permanentemente evaluando y diseñando procesos para cubrirá las falencias en pro de la mejor educación para los alumnos.
NAM/Monitoreo/Avanza
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