Con las voz: «Cien pal pote» y la inmediata respuesta cantada a coro: «GRACIAS» así transcurre la jornada laboral para los empleados de ventas de comida, panaderías, cafeterías y demás comercios donde desde hace años se institutyo la clásica propina maracucha.
Llenar el famoso «Pote de Aguinaldos» es una tradición navideña que comienza tan pronto se despide la Feria de la Chinita, en los negocios Zulianos .
Los consultados afirman que hace algunos años el reparto del pote» era sinónimo de alegría y abundancia por el valor que en otrora tenía nuestro signo monetario «Ahora solo nos alcanzará para el pasaje y cada día son menos los clientes que le echan la propina al pote». Esta practica se ha hecho común incluso en los condominios, donde los vigilantes esperan el respaldo de los propietarios para obtener el dinero adicional para sus fiestas decembrinas,
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NAM/Guillermo Reverol
VÍDEO Y FOTO/ José Valbuena
