Maracaibo es una ruina por los cuatro costados. El abandono de esta ciudad no es paralelo a las sanciones económicas ni a la llamada “guerra económica” que viene siendo lo mismo. Son más de 20 años a más y más indolencia, a más y más desidia y el rostro de la segunda ciudad de Venezuela, sus espacios, sus tesoros arquitectónicos, sus parques, sus institutos, todo se vino al traste. Si hay algo que se pueda ver en Maracaibo es Villa Carmen y eso, porque el anterior alcalde se propuso –cuando se proponen y quieren hacen- recuperarla y lo logró, la Plaza La República, la Curva de Molina en su entrada, la Vereda del Lago y parte del casco central, de resto habría que darse un paseo por el Teatro Baralt, por el Centro de Arte Lía Bermúdez, por el Teatro de Bellas Artes y por otros tantos lugares más a ver si han sufrido la misma suerte que la mayoría de los espacios que otrora reflejaban pujancia, progreso, dinámica, humanismo.
Podemos hacer una lista de los espacios vuelto añicos durante más de dos décadas y nos faltarían páginas para terminar. Sin embargo, mencionaremos algunos para entrar en detalle a desempolvar al arruinado Parque Zoológico Metropolitano del Zulia –porque en poner nombres no les gana nadie- y ese fue el último nombre con el cual lo bautizaron, pero siempre ha sido el Parque Sur Zoológico de Maracaibo.
El Parque Zoológico de Maracaibo, con sus 90 hectáreas, 40 de ellas propiamente utilizadas para el área expositiva de especies animales, era el segundo en importancia en Venezuela y en tamaño. Era, además, con sus más de 600 especies el segundo de mayor población animal y de mayor variedad en esa población. Contó por muchos años con un equipo comprometido que, a pesar de los recursos limitados y la desatención de gobiernos que por aquí pasaron, mantenían el parque en óptimas condiciones. Uno de ellos es Luis Añez, un ingeniero que se entregó a este parque, hasta que, finalmente vino la debacle y no le quedó otro recurso que renunciar, la hecatombe ya estaba cantada.
Junto con el Jardín Botánico, se erigía como uno de los llamados “Espacios para la Vida y la Paz” ¿Recuerdan ese remoquete? Vayan a verlo ahora mismo. Así ha ocurrido con el resto de los “Espacios para la Vida y la Paz”. No se puede desconocer, que, durante el gobierno de Arias Cárdenas, se intentó dinamizar estos espacios, de cierta forma se recuperaron, pero el mismo comandante Arias colocó al frente de cada espacio al menos indicado para administrarlo y al final el resultado es un enorme cementerio. Pero, hagamos la lista de los espacios que un día brillaron y hoy mueren de mengua:
- Parque Zoológico Metropolitano del Zulia
- Parque Jardín Botánico de Maracaibo
- Parque Tierra de Sueño, en Capitán Chico
- Complejo Polideportivo Luis Aparicio Montiel
- Complejo piscinas del Polideportivo
- Estadio Olímpico José Encarnación Romero
- Casa del Profesor Universitario de LUZ
- La Universidad del Zulia (LUZ) casi en su totalidad
- Parque Cementerio Jardines de La Chinita
- Garaje del Estado, sede del Centro de Operaciones del Estado Zulia
- Chímpetechampata
- Colegio Sopotocientos
- Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (MACZUL)
- Estadio Olímpico de Maracaibo “Alejandro Borges”
- Plaza de Toros de Maracaibo
- Planta cementera Venezolana de Cementos, antiguo Vencemos
- Complejos Turísticos de Cabeza e’ Toro
- Acuamanía, en la Vereda del Lago
- Acuaventura Parck
- Complejo Turístico Religioso Ciudad de Dios
- Parque de diversiones Grano de Oro
- Manga de Coleo de La Universidad del Zulia, Grano de Oro
- Parque de Diversiones Mickey Mouse
- Complejo Turístico y Recreacional Conoce tu Puente
- Edificio Bingo Reyna Maracaibo
- Hipódromo de Santa Rita
- Estadio Municipal Víctor Davalillo de Cabimas
- Pasarela de Humanidades de LUZ
Y podemos seguir añadiendo, solo hablando de los espacios de envergadura, porque si nos adentramos a los espacios micros, como plazas, institutos, escuelas, canchas deportivas, clubes, no acabamos nunca.
Ecocidio
La definición de ecocidio es clara: es el daño grave, la destrucción o la pérdida de ecosistemas de un territorio concreto, ya sea por mediación humana o por otras causas, a un grado tal que el disfrute pacífico de ese territorio por sus habitantes se vea severamente disminuido. Eso ocurre actualmente con el Parque Zoológico Metropolitano del Zulia (Zoomez). El gobernador Omar Prieto Fernández heredó este antro de muerte de su antecesor Francisco Arias Cárdenas y la entonces directiva de este parque que se entrega peor de cómo se consiguió, y estamos hablando de 2018, cuando Omar Prieto, Willy Casanova y Dirwings Arrieta asumieron sus puestos de responsabilidad política.
Ochenta especies de carnívoros presentaron, desde diciembre de 2017 un alarmante estado de desnutrición por falta de alimentos en el parque, refería entonces el portal de El Nacional. Trabajadores que pidieron el resguardo de su identidad, denunciaron que las especies están desde principios de diciembre sin recibir la dosis de alimentos mínimos de su dieta, por lo que se les ve en extrema delgadez. Los felinos son los más afectados, pues les falta la carne, que es el ingrediente principal del régimen alimentario que les ayuda a mantenerse.
Uno de los gerentes de entonces, expresó que “en enero (de 2018) nos dieron la orden de sacrificar a los más flacos para dárselos de comer a los otros. Nos negamos, porque esa no es la solución”.
¿Alguien recuerda bonito el Zoológico?
Todo se vino abajo
La escasez de alimentos no es la única privación que padecen los animales del zoológico marabino y que incide directamente en su crítico estado. Los cuidados han sido prácticamente eliminados por el déficit presupuestario que enfrenta la institución, pues aspectos como la higiene han sido relegados de las prioridades de la administración.
“Los cuidados se dejaron de hacer progresivamente; nos decían que no era prioridad hacerles el aseo o mantener los hábitat limpios, porque el presupuesto aprobado solo alcanza para pagar la nómina. Ningún protocolo establecido para el mantenimiento de especies en cautiverio se cumple”.
En enero de 2018, el agrónomo Manuel Araujo advirtió que el parque debe ser inmediatamente intervenido y clausurado o al menos cerrado por un tiempo mientras se resuelve el “ecocidio” que allí ocurre.
“Una mesa interventora encabezada por la Gobernación del Zulia, las alcaldías de Maracaibo y San Francisco y conformada específicamente por expertos en la materia: Ingenieros agrónomos, zootécnicos, especialistas en atención animal, gerentes, provenientes de instituciones privadas y de las principales universidades del país e inclusive invitar expertos exitosos de otros espacios en otras latitudes, eso debe ocurrir ya, es de suma gravedad lo que aquí (en el Zoológico) ocurre”.
Varias advertencias en 2018
Cabras, báquiros, venados y búfalos forman parte del área expositiva del parque, pues, han sido sacrificados –según denuncia de los propios trabajadores del parque- para “medio alimentar” a los felinos que son especies netamente carnívoras.
La Fundación Nacional de Parques Zoológicos y Acuarios (Funpza), siendo el ente regulador de estos sitos, no ha emitido ninguna reacción sobre esta situación que se vive en este lugar. Pareciera que la crisis humanitaria que vive el país es suficiente pretexto para que esta barbarie pase por debajo de la mesa.
Los trabajadores de este mismo zoológico denunciaron que el pasado 12 de agosto de 2017 personas ingresaron durante la noche al parque y mataron a una danta, un búfalo y varios báquiros para llevarse su carne.
Un trabajador del zoológico informó que al menos 10 especies entre aves y mamíferos estarían en peligro por esta situación. “Ellos no se meten con los reptiles ni los felinos”.
El ex director del parque Mauricio Castillo advirtió que paulatinamente han muerto varias de las especies por distintas razones, la falta de medicamentos y alimento principalmente.
La muerte anunciada
Al llegar a la entrada principal del Parque Zoológico Metropolitano del Zulia, no hay portón ni vigilancia y en la entrada que le sigue, el portón para el paso peatonal permanece abierto, mientras que para el paso vehicular está parcialmente cerrado.
Los únicos animales que quedan son unas vacas que comen maleza por doquier, machorros, dos perros y los dibujos de tigres, osos hormigueros, elefantes y avestruces que pintaron en las paredes.
Y es que el paso está prohibido. El Zoológico está “cerrado”. Al adentrarse en las 90 hectáreas con las que cuenta el Parque, cada paso se siente como el último.
Solo se observan dos largos caminos de asfalto bordeados por monte: en uno hay un viejo letrero escrito a mano con los días y horarios de visita y, en el otro, una garita pintada de blanco y rojo aun con el logo de la gestión gubernamental de Francisco Arias Cárdenas (2012-2017), algo que no es habitual que se mantenga luego de los cambios de gobierno.
Una fuente del Zoológico (que pidió el anonimato por temor a represalias), aseguró a Mediosur que “la mayoría de los milicianos que estaban encargados de la seguridad (estima más de 20) dejaron de ir hace tres años, y desde que comenzó la cuarentena por la pandemia ninguno. A veces, entra es la policía, da una vuelta y sale de una vez”.
Al menos desde el año 2015 se reportan hurtos de comida y de animales.
Así, paulatinamente, y mientras Venezuela se sumergía en una Emergencia Humanitaria Compleja, comenzaron a desaparecer búfalos y cochinos de monte, que se podían comer; y otros que se vendían fácilmente, como loros, guacamayos y tucanes.
Mientras esos delitos sucedían, los organismos de seguridad del Estado apenas anunciaban algunas detenciones esporádicamente de supuestas personas involucradas.
“Nadie investigaba. Los animales desaparecían y ya, no les importaba”, dijo la fuente del zoológico.
Población animal diezmada
En 2015 se estimaba que la población en el Zoológico de Maracaibo era de unos 600 animales aproximadamente. Luis Añez, exgerente de operaciones del Parque Metropolitano del Estado de Zulia en conversación con Mongabay Latam, dijo que cuando renunció, en octubre del 2017, había solo 400 animales y le informaron que en agosto de 2018 solo quedaban alrededor de 200 animales.
“Llegamos a ser el segundo zoológico más importante de Venezuela por la cantidad de especies y programas de conservación que impulsaba. Además, teníamos un fuerte programa educativo y recibíamos 300 mil personas al año”, afirmó Luis Añez, exgerente de operaciones del Parque Metropolitano del Zulia, a Mongabay Latam.
En el 2018 se dispararon las alarmas a nivel nacional e internacional por las fotos que se hicieron virales de animales como pumas, un león, un tigre de bengala, un jaguar y varios cunaguaros desnutridos. Otros, como patos, cerdos y cabras eran sacrificados para alimentar a otras especies.
El escándalo fue de tal magnitud, que el actor mexicano y activista por los derechos de los animales Raúl Juliá Levy ofreció al gobierno venezolano evacuar en avión a animales de zoológicos venezolanos.
De espaldas a la ciudadanía
Desde el 24 de febrero de 2018, el Parque Zoológico Metropolitano del Zulia está cerrado a los visitantes luego de conocerse la crisis. Medios de comunicación regionales reseñaron que fiscales visitaron el Parque en compañía de representantes de la Defensoría del Pueblo, Ministerio del Ambiente y del Instituto Nacional de Parques (Inparques), y alegaron que “no está apto para recibir a los visitantes”.
En paralelo, Omar Prieto, gobernador del estado Zulia para la fecha, aseguró vía Twitter que la Fiscalía Superior del Ministerio Publico del Zulia desmentía que se ordenara el cierre temporal del Zoológico y que no existía ninguna investigación penal.
Dos días después, el entonces alcalde el municipio San Francisco (donde está ubicado el Zoológico), Dirwings Arrieta, tuiteó que “en el proyecto que hemos elaborado para el zoológico tenemos previsto construir un parque para juegos extremos, parque acuático, áreas de recreación infantil, bohíos, canchas deportivas, reparación de un pozo de agua, recuperación de jaulas y recintos de los animales”, sin más detalles ni rendir cuenta sobre las obras.
Entre gallos y lunas
A finales de junio de 2019 otro escándalo sacudió a la opinión pública: el diputado al Consejo Legislativo del Estado Zulia (CLEZ), Eduardo Labrador, denunció que trasladaron a Yaracuy a 108 animales del Zoológico del Zulia.
Lo que se mantenía en secreto lo confirmó a través Twitter el ministro de Ecosocialismo, Heryck Rangel, según nota publicada en el Diario Versión Final. “Hemos iniciado las obras de rehabilitación del Zoológico de Maracaibo. En una primera etapa hemos trasladado los animales para preservarlos, para cuidarlos, y así emprender las obras civiles para hacer de esto un espacio más moderno y más hermoso para toda la ciudadanía”. Vayan a verlo, eso fue en 2019 y entramos al 2022.
Sin embargo, no mencionó en el lugar a donde fueron movilizados. De acuerdo con una fuente consultada para este trabajo, presentado en parte por Mediosur y reproducido por el diario La Verdad, en total, fueron al menos dos viajes: un primer traslado con todos los animales grandes y un segundo con los animales más pequeños.
Desde ese anuncio y hasta la fecha, todo lo relacionado con los animales desaparecidos y trasladados del Parque Zoológico Metropolitano del Zulia es una incógnita.
Recuerdos que quedaron en la nada
El 15 de junio de 1973 se inauguró el Parque Zoológico de Maracaibo, conocido también como el Parque Sur. Fue creado con el objeto de ofrecer a los zulianos un lugar de esparcimiento y contacto con la naturaleza y la fauna.
En sus inicios estuvo dividido en dos grandes áreas: el zoológico ya descrito, con 40 hectáreas; y el Complejo Ferial, donde se celebró por muchos años la Feria de La Chinita y el Carnaval. Desde su fundación y hasta 1993, estuvo administrado por la Gobernación del Zulia, luego tuvo el apoyo de entidades privadas, así como de Pdvsa y la Fundación Nacional de Parques Zoológicos, el cual fue sección de Instituto de Ciencias Naturales del Estado Zulia.
Y con tan buena infraestructura
Cuando se hizo la primera intervención, asumida la Gobernación del Zulia por Omar Prieto, un equipo de ingenieros, e inclusive de funcionarios de Asodepa, inspeccionaron el parque y recordaron que la infraestructura de este espacio es una réplica de uno de los parques zoológicos más emblemáticos en Sudáfrica.
“Del complejo ferial, hay muchas críticas, demasiado espacio perdido, pero de las cuarenta hectáreas expositivas, el diseño de esta infraestructura es genial. Tal vez, un poco chicos los cercados, para el caso de los felinos, por ejemplo, los cercados deben ser más extensos, pero hay que tomar en cuenta que es un diseño añejo, de la época de los 70, lo que sí es una certeza es que su infraestructura, diseño y distribución de hábitats, lagunas artificiales, espacios de caminería, áreas de servicios, e inclusive el área del rodeo, que pocos parques contemplan, fue una genialidad y da mucha lástima verlo tan arruinado” comentó entonces el ingeniero agrónomo Manuel Araujo, quien formó parte de esa comisión inspectora.
Del Zoológico también desaparecieron las ventas de comestibles, el alquiler de bicicletas, los paseos en lanchitas a pedal por el lago artificial, no se escuchan los chillidos de los primates, ni el canto de los pájaros o el rugir de “Simba” aquel imponente león que dejaba escuchar su formidable rugido con una fuerza estremecedora, ni se ven alegres los tigres de bengala, ni los elefantes, ni la jirafa, ni el bisonte. Del parque se fueron las risas y las actividades recreativas, culturales, deportivas, educativas y científicas que desarrollaban instituciones y organizaciones públicas y privadas.
Ahora, solo personas curiosas se acercan de vez en cuando para saber qué pasó con el lugar que tanto desean visitar.
NAM/Ernesto Ríos Blanco
Con información de NotiZulia, La Verdad, Mediosur, Zoomez
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