Cansados de esperar por una respuesta oficial de Corpoelec, hasta donde acudieron hace seis años para solicitar ayuda tras la explosión de un trasnformador, vecinos del barrio Raúl Leoni de Maracaibo protestaron la mañana de este jueves frente a la sede de Amparo para exigir una solución.
Con cacerolas, pitos, pancartas y al grito de la consigna «No queremos falsas promesas, queremos soluciones» un grupo de vecinos denunció que desde el 2017 un transformador explotó en la comunidad y desde entonces no cuenta con el servicio eléctrico.
Ante la falta de respuesta oficial, los afectados precisaron que se vieron en la obligación de «pegarse» a otro transformador, pero este explotó hace 19 días, ahora el asfixiante calor y la penumbra se apoderó de sus hogares.
Un total de 28 casas, ubicadas entre la calle 79 con avenida 95 y calle 78 con avenida 95, son las afectadas por la falta de servicio energético; en medio de una ola de calor que azota a la ciudad desde el mes de junio.
Los manifestantes exigen que Corpoelec solvente su situación y aseguraron que no irán del lugar hasta que obtengan un nuevo transformador.
Miserable, humillante, inhumano
Luego de las fuertes lluvias que azotaron al Zulia el sábado 26 de agosto, una descarga eléctrica ocasionó la explosión de un transformador en el barrio Raúl Leoni, dejando a los habitantes de la calle 79G sin electricidad. Los vecinos denuncian que Corpoelec y la gobernación siguen sin ofrecer soluciones para dicha problemática.
Los afectados indicaron a este medio de comunicación que son ocho las familias perjudicadas, en las que niños enfermos y adultos mayores con discapacidad sufren los arrebatos de calor. «Tenemos ya tres semanas a oscuras. El calor nos va a matar y Corpoelec no nos da respuesta alguna. Da dolor ver cómo una criatura de seis años con psoriasis llora de desesperación», expresó Yunairy Bracho, una de las denunciantes.
La mujer relata que luego del incidente con el poste número N11NO4, el organismo encargado del servicio eléctrico comunicó que el reemplazo del transformador sólo necesitaba una firma de autorización para proseguir con el cambio. Al paso de los días, mientras la comunidad seguía en penumbras, Corpoelec les informó no contar con la movilización necesaria para transportar el equipo.
Sin embargo, todas fueron excusas cuando, en última instancia, la empresa se sinceró hacia la comunidad, confesando no tener el transformador, y que la manera de obtenerlo era pagar una cantidad estimada entre las ocho casas damnificadas para costearlo.
«El equipo tiene un costo de 1.300 dólares, están depravados. No hay dinero, señores. Aquí en Venezuela sólo se tiene para sobrevivir», acotó Yunairy, quien encuentra inhumanas las condiciones por las que han estado padeciendo durante 18 días.
Neida Villalobos, otra habitante de la zona, declaró que la comunidad planificó una quema de cauchos para manifestar su descontento ante la situación; sin embargo, los residentes de las calles que sí cuentan con fluido eléctrico se opusieron a la idea.
También confesó que entre los más afectados se encuentra su hermano, quien padece un estado grave estado de salud, el cual tuvieron que trasladar a la parte posterior de su vivienda y situarlo en el patio. Entre sus padres y ella se turnan para refrescarlo ante las inminentes temperaturas que persisten en el suelo zuliano.
Así tiene Corpoelec a los zulianos
En estas condiciones humillantes no solo hay adultos mayores, hay personas enfermas, neonatos, mujeres recién paridas, hipertensos, añadiendo el insoportable calor y la humedad que, al menos anoche reinó en la ciudad por el clima lluvioso.
NAM/Con información de Versión Final
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