El diseñador de moda francés Claude Montana, figura destacada de la moda en los años 80 antes de ser eclipsado de las pasarelas por contratiempos financieros, falleció el viernes a la edad de 76 años en París, informaron a la AFP fuentes de su entorno.
«El hospital Bretonneau en París me informó de su fallecimiento esta mañana«, dijo a la AFP una persona cercana a Montana que solicitó permanecer en el anonimato.
Montana saltó a la palestra en los años 70 y tuvo sus años dorados en la década siguiente. Era una cara conocida en la vida nocturna parisina.
Fundó su propia marca en 1979, y años después rechazó la oferta de Dior de convertirse en su director artístico y encargarse tanto de la alta costura como del prêt-à-porter, para escoger en cambio la firma Lanvin, que buscaba revitalizar sus colecciones.
Lanvin celebraba por ese entonces su centenario. Tras entrar en la venerable casa de moda, Montana recibió dos «Dedales de Oro» consecutivos, la más alta distinción en el mundo de la moda francesa.
Hombre discreto, sus desfiles eran «grandes espectáculos» casi teatrales, a tono con la década, en palabras de su colega Christian Lacroix.
Su rasgo distintivo eran las grandes hombreras, el cuero, las cinturas de avispa.
«De desfile en desfile, ya fuera para su propia marca o para Lanvin a principios de los años 1980, imagina una elegancia femenina original, asociada a la fuerza y el poder«, destacó en un comunicado la ministra de Cultura francesa, Rachida Dati.
Nació el 29 de junio de 1947 en París, en el seno de una familia burguesa. Su apellido real era Montamat, su padre era catalán, su madre alemana.
Ambos no aprobaron las inclinaciones artísticas ni su modo de vida, y al iniciar su carrera en la moda, cortaron su relación con él, incluso a pesar del éxito del vástago.
Su hermana menor, Jacqueline, en cambio, lo secundó en esa carrera y hasta fue su asistente durante años.
En el ocaso de su vida tuvo problemas de salud y, en 2008, fue golpeado en su casa por un ex bailarín de discoteca al que había conocido en una salida nocturna.
El ataque le dejó graves secuelas, y luego tuvo que enfrentarse a un sórdido proceso judicial, porque su agresor lo acusaba de haberle transmitido hepatitis B.
Montana regresó de forma esporádica a la moda, pero nunca volvió a estar en primer plano.
«Sí, echo en falta la moda… terriblemente«, confesó en 2016 a la revista Gala. «Ahora soy un veterano. Me han olvidado«.
NAM – AFP
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