El presidente de Estados Unidos, Joe Biden debe decidir esta semana si restablece las sanciones petroleras a Venezuela, un asunto relacionado con dos de los mayores dolores de cabeza del presidente estadounidense en un año electoral: la inflación y la inmigración.
La exención de seis meses que permite a su homólogo, Nicolás Maduro, exportar crudo a Estados Unidos expira mañana. Es decir, el plazo otorgado por Estados Unidos al Ejecutivo venezolano que consiste en garantizar elecciones libres y con igualdad de condiciones de participación de todos los candidatos que deseen postularse, incluyendo, desde luego, a los inhabilitados, como el caso de María Corina Machado.
Al no cumplirse, de acuerdo con la percepción de Estados Unidos, ese acuerdo; es decir, María Corina y otros candidatos opositores siguen inhabilitados y ya imposibilitados de inscribir sus candidaturas, algunos miembros del comando de campaña de Vente Venezuela encarcelados y una situación irregular en el sistema software del CNE que impidió la inscripción de la candidata ‘reemplazo’ de María Corina, la Dra. Corina Yoris, denota para la Casa Blanca, que Venezuela no cumplió con su parte y el plazo para que ese acuerdo se cumpliese vence este jueves, 18 de abril.
Todo parece indicar que no habrá cambios al escenario planteado, lo que supone, entonces, la revocatoria de la licencia que permite a venezuela comercializar con hidrocarburos y reimponer así las sanciones económicas restrictivas a la estatal PDVSA.
¿Hay otra forma de ejercer presión?
A pesar de esto, la decisión de Estados Unidos sobre si volver a imponer sanciones no es una conclusión inevitable, y eso se debe en parte al aumento de los precios de la gasolina.
La gasolina en el surtidor ha subido un 17% este año, el nivel más alto desde octubre, incluso cuando Biden intenta asegurar a los votantes que la inflación está bajo control.
Tomar medidas enérgicas contra los flujos de petróleo desde Venezuela amenazaría con hacer subir aún más los precios del combustible.
Biden está en plena campaña electoral, con la sombra de un duro oponente como Donald Trump respirándole en el cogote y con otro dolor de cabeza aún más notable en la población estadounidense y es el éxodo de inmigrantes venezolanos, cuyo número aumentaría considerablemente si Venezuela vuelve a ser sancionada, situación que a Biden no le conviene que ocurra.
De esta manera, nada está totalmente asegurado y en las próximas 24 horas serán muchas las decisiones que tomar. Habrá que estar pendientes de lo que pueda generarse en el transcurso de este día y de las primeras horas de este jueves.
NAM/Vía Bloomberg
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