Un total de 27 artefactos explosivos fueron hallados en los iconos que estaban siendo transportados de Ucrania a Rusia a través de varios Estados miembros de la Unión Europea, reportó el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB).
Según el comunicado oficial, agentes del FSB y funcionarios del Servicio Federal de Aduanas «han desarticulado un canal de contrabando transfronterizo de explosivos desde Ucrania vía Unión Europea».
Durante la revisión de un vehículo en el puesto fronterizo de Ubilinka, en la frontera entre Letonia y Rusia, «se han descubierto explosivos de fabricación extranjera en un cargamento de iconos y artículos religiosos introducidos en la Federación de Rusia desde Ucrania».
«Del cargamento, cuyo itinerario era Ucrania-Rumanía-Hungría-Eslovaquia- Polonia-Lituania-Letonia-Rusia, se han extraído 27 bombas de fabricación casera escondidas en iconos y listas para el uso, 70 kilogramos de explosivos plásticos industriales de gran potencia, 91 detonadores eléctricos y componentes de una ronda del [lanzacohetes antitanque portátil] RPG-7», afirma el FSB en su nota de prensa.
Según el comunicado, se detuvo a una persona presuntamente implicada en estos hechos.
El FSB aseguró que «todos los autores intelectuales y cómplices del crimen, incluidos los de nacionalidad extranjera, serán declarados en busca y captura y tendrán responsabilidad penal de acuerdo con las leyes rusas».
De un video difundido más tarde por el FSB se desprende que el cargamento contenía ciclotrimetilentrinitramina, sustancia explosiva conocida también como RDX o hexógeno.
Dmitri Belotserkovski, jefe de una unidad de policía científica y peritaje del Ministerio del Interior para la provincia de Pskov, dijo que la potencia de ese explosivo supera en un 50% a la de la trilita.
«La cantidad que se ha intervenido sería suficiente para volar un edificio de cinco plantas». En el mismo vídeo, el detenido reveló que el destino del cargamento incautado erala capital rusa. «Iba a Rusia, a Moscú, donde debía descargar».
Para el portavoz de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Vladímir Legoida, el uso de iconos bomba «se enmarca en una lógica de ateísmo militante, de la lucha contra la ortodoxia canónica que están librando en Ucrania las personas que no tienen nada sagrado».
«Terroristas de toda laya hacen lo posible por convertir la religión en un instrumento de discordia y división. Transformar en un arma de guerra un objeto de veneración, el icono, delante del cual las personas se reúnen para recuperar la paz en su corazón, está más allá del bien y el mal».
El portavoz de la Iglesia Ortodoxa Rusa expresó su «agradecimiento a todas las personas que han parado este designio sacrílego»..
NAM/SputnikMundo
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