Un estudio realizado por integrantes de la Universidad de Manchester (Inglaterra, Reino Unido) mostró que los síntomas de afecciones como la artritis tienen «relaciones significativas, aunque modestas» entre el dolor y la humedad relativa, la presión atmosférica y la velocidad del viento.
En la investigación ‘Nublado con posibilidad de dolor’ 2.658 personas emplearon una aplicación para teléfonos móviles durante 15 meses en la que ofrecieron información sobre sus dolores y permitieron a los especialistas vincular la intensidad con datos meteorológicos locales gracias a localización GPS.
Los resultados indicaron que el incremento del dolor estuvo más asociado con el aumento en la humedad relativa, seguida de las bajas presiones y la mayor velocidad del viento, mientras que su relación con la temperatura fue mínima.
Según este análisis, en días húmedos y ventosos con baja presión las posibilidades de experimentar más dolor del acostumbrado aumentan un 20%.
Las previsiones climáticas permitirían «desarrollar un pronóstico del dolor» para que quienes sufran molestias crónicas puedan «planificar sus actividades» y realicen tareas más difíciles en los días que sus niveles vayan a ser «más bajos», explicó el director de este estudio, Will Dixon.
NAM/RT