¡Las que se arman en el fútbol europeo! Un deporte negro, mestizo, mulato, latinoamericano y africano. Vinicius “negro de mierda”, “negro cabrón”, “banana”, “macaco”. Habría que decirle como nuestro ejército libertador que al llegar a Lima le gritaban las sifrinas limeñas y sifrinos: “sácala perro, sácala gato. Los libertadores son todos mulatos” y los libertadores les replicaron, sin dejarlos terminar: “sácala perro, sácala gato. No serían libres sin los mulatos.” Sin Vinicius y todos los brasileños afro que han desfilado desde Pelé a esta parte, en esas supercorporaciones que son los equipos de balompié, el espectáculo deportivo no tendría ¡saoco negra, saoco!
Aunque el sistema es lo suficientemente incluyente para hacer del racismo del magnate del fútbol madrileño, de los racistas y endoracistas del populacho y de toda la sociedad europea, una escena más de la impactante obra espectacular. El lenguaje inclusivo, la libertad y la igualdad están cada vez más lejos de ser unos valores realmente humanos .
¡No, no. French or english! exclama el señor regordete y blanco detrás de la taquilla de Air France, con gesto de asco. “Mira chico, yo hablo uno de los tres idiomas más hablados en el mundo, el que debería hablar español eres tú que estás contratado aquí para ofrecer un servicio. Yo no tengo necesidad de hablar un dialecto de provincia. Allí me dijo en perfecto español que no me iba a atender, que fuera con alguno de los empleados que hablara mi idioma. Le respondí: Aaah, si hablas una lengua culta vale. Pero fíjate que tus nietos tendrán que hablar mandarín. Fíjate en qué idiomas traducen los idiomas aquí.
En eso llegó frau vaina: señor ¿en qué puedo ayudarle? Mira mi amor este señor… Yo no soy su amor. Es verdad, tienes razón desde tu feminismo blanco primermundista, tu no eres nada amable, pero tampoco puedes ayudarme, porque yo no necesito tu ayuda, tienen ustedes más de 500 años ayudando a América y a África, y fíjense el desastre que han provocado allá y aquí. Cambiéme este vuelo para la tarde.
Estas cosas me recuerdan a la Diva entre las divas: Rummie Quintero que las tuvo todas para ser sujeta de opresión: negra, trans, pobre y absolutamente digna. Dignidad que expresaba sabiamente: “no, la naturaleza no se equivocó conmigo, yo no nací en un cuerpo equivocado. Quien está equivocada es la sociedad en la interpretación de quién soy yo”
NAM/Luis Felipe Pellicer
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