No parece tener lógica, pero, Criminalística (CICPC) está investigando a fondo la extraña muerte de un funcionario policial que estaba ejerciendo en la Brigada Hospitalaria del Hospital ‘Felipe Guevara Rojas’ de la ciudad de El Tigre, en Anzoátegui, quien murió al ingerir ‘accidentalmente’ líquido formol que confundió con agua para calmar la sed.
Trascendió que el uniformado, identificado como Joel Antonio Rondón de 58 años, y con 35 años de servicio en la institución policial, tomó de una botella que supuestamente le proporcionó el empleado de una funeraria. Al parecer, el funerario confundió las botellas y le dio la equivocada al policía que, según contaron sus compañeros, tenía poco olfato y se tomó todo el líquido sin percibir su olor.
Aunque lo ingresaron de inmediato a la emergencia del hospital, el funcionario falleció por envenenamiento. Varios elementos quedan para la indagación: ¿Cómo es que en un mismo espacio va a tener un empleado una botella de agua para tomar y otra de formol? ¿Cómo es que las botellas de agua y de formol eran exactamente iguales como para no diferenciar una de otra? ¿Por qué la botella que contenía el líquido formaldehído no estaba debidamente identificada como tal, tratándose de un químico altamente nocivo? ¿Es tan insaboro el formol, que el policía, al tomar los primeros sorbos no se dio cuenta de que lo que tomaba no era agua?
Del Formol
El formol o formaldehído es un compuesto químico muy volátil que presenta unos niveles de toxicidad e inflamabilidad muy altos.
Se caracteriza por su olor penetrante y altamente irritante. Actúa mediante reacción con las proteínas, volviéndolas insolubles. Por ello, también es utilizado para la conservación de elementos biológicos en sanidad.
Es altamente eficaz contra bacterias, hongos y virus. Precisamente, estas capacidades son las que fomentaron su uso durante muchos años como desinfectante de material quirúrgico.
El formaldehído produce irritación de los tejidos cuando entra en contacto directo con éstos. Algunas personas son más sensibles que otras a los efectos del formaldehído. Los síntomas más comunes son irritación de los ojos, la nariz, la garganta y lagrimeo.
Beber cantidades altas de formaldehído puede producir dolor agudo, vómitos, coma y posiblemente la muerte. Derramar una solución concentrada de formaldehído sobre la piel puede producir irritación.
El funcionario que ingirió el formol, no solo carecía del sentido del olfato, sino también del gusto, porque ha de saber distinto al agua que de por sí es totalmente sin sabor específico.
Quedará para la investigación que ya está en curso.
Al llegar la comisión del CICPC, los pesquisas se llevaron preventivamente retenido a la persona que le dio la botella al uniformado.
NAM/El Tiempo
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