Ed Piskor, uno de los ilustradores más famosos de los cómics de Marvel, se habría quitado la vida luego de haber sido acusado de grooming hace menos de una semana. Su hermana confirmó la muerte del artista desde redes sociales donde el mismo Ed compartió una nota de despedida y denunció el hostigamiento de «los matones de internet».
“Con el corazón muy roto les comparto que mi hermano mayor, Ed, falleció hoy”, escribió su hermana Justine en Facebook . «Por favor, mantengan a nuestra familia en sus oraciones, ya que esto es lo más difícil por lo que hemos tenido que pasar».
Aunque su hermana no reveló la causa de muerte, Ed Piskor había publicado una aparente ‘nota de suicidio’ en la que negaba las acusaciones de comportamiento sexual inapropiado que se hicieron públicas apenas una semana antes.
Mensaje póstumo
Horas antes de su fallecimiento, Piskor compartió un texto en Facebook Note de cinco páginas en el que se defendía de las acusaciones y afirmaba su inocencia. El dibujante señaló que nunca debió entablar conversaciones con personas menores de edad y negó las acusaciones de Wright, tachándolas de falsas y maliciosas.
Piskor pidió perdón a su familia y amigos por el escándalo y criticó el “frenesí de alimentación en Internet”. Hasta el momento, ninguna de las dos víctimas ha hecho declaraciones adicionales al respecto y el perfil de Instagram de Molly Dwyer fue eliminado.
El mensaje dejado por Ed Piskor antes de su fallecimiento revela una trágica historia de acoso en línea y su impacto devastador en la salud mental de las personas.
En su carta de despedida, Piskor expresa una profunda sensación de indefensión ante una turba de críticos y acosadores que lo llevaron a tomar una decisión fatal.
En su publicación de Facebook escribió: “Estoy indefenso ante una turba de esta magnitud. Por favor comparte mi versión de las cosas. Sayonara”, incluido un enlace a la aparente nota de suicidio que se dirige directamente a varias personas cercanas a Piskor.
“Lo siento por mi familia por haber causado tal desastre (sin juego de palabras) y por crear esta molestia. No estaba tratando de ser un canalla”.
También se dirigió a personas que lo han criticado, incluidas las mujeres que lo acusaron de grooming. El texto reveló la lucha interna de Piskor entre la autoconservación y la presión abrumadora que sentía.
Se refiere a sentirse exiliado y desterrado de la comunidad, una experiencia que lamentablemente es compartida por muchas personas que son blanco de acoso en línea. El sufrimiento emocional que experimentaba era tan intenso que sentía que ya no formaba parte de la “tribu”, como él mismo lo describe.
“Algunas buenas personas se acercaron y trataron de ayudarme a superar todo este asunto, pero simplemente no soy lo suficientemente fuerte. La parte instintiva de mi cerebro sabe que ya no soy parte de la tribu. Estoy exiliado y desterrado. Estoy cediendo a mis instintos y luchando contra ellos al mismo tiempo. La autoconservación ha salido perdiendo. Por el sonido de la voz de todos, creo que todos sabíamos que ésta era la conclusión».
Piskor también apuntó hacia aquellos que lo criticaron y participaron en el acoso, reconociendo el daño que sus acciones causaron tanto a él como a su familia. Además, deja un mensaje impactante al mencionar que su muerte debería servir como una advertencia para aquellos que participan en el “frenesí de alimentación en Internet”, instando a la reflexión sobre el impacto real y devastador que puede tener el acoso cibernético en la vida de las personas.
«Fui asesinado por matones de Internet», escribió Piskor. “Cantidades enormes de ellos. Algunos de ustedes contribuyeron absolutamente a mi muerte mientras se entretenían con chismes. Yo no era IA. Yo era un verdadero ser humano. Me quitaste pedacitos de mi autoestima durante toda la semana hasta que me vaporizaron”.
Añadió que esperaba que su muerte “haga que la gente se lo piense dos veces antes de unirse al frenesí de alimentación en Internet”.
Finalmente, luego de dejar una serie de instrucciones para sus obras, ilustraciones e incluso par ayudar a la gente que trabajó con él, el ilustrador reveló que pese a todo, “esto es lo más tranquilo que se ha sentido” y se despidió de su familia.
“Se acabó para mí. Lamento el daño que esto causará a mi familia y a mis amigos más cercanos. Espero que esto haga que la gente se lo piense dos veces antes de unirse al frenesí de alimentación en Internet. Ahí tienes. Fanático del control hasta el final. Tranquilízate».
¿De qué acusaron a Ed Piskor?
Cabe recordar que el pasado 24 de marzo, Ed Piskor fue acusado de haberle hecho “grooming” a una animadora que responde al nombre de Molly Dwyer cuando presuntamente tenía 17 años. Fue a través de redes sociales donde la ilustradora, quien ahora tiene 21 años, compartió una serie de mensajes privados que intercambió con Ed en 2020.
“Me llamaba niña buena o traviesa todo el rato, adulándome constantemente, enviándome páginas inacabadas y diciéndome que mi arte era bueno y que me ayudaría a promocionarlo», sentenció Molly.
Ante estas acusaciones, Ed Piskor escribió una carta de despedida donde negó rotundamente haber “usado su posición” para aprovecharse de la joven ilustradora y mencionó que dichas acusaciones “fueron horribles de ver”.
“Todos mis mensajes directos que ella recopiló para mostrarlos es simplemente horrible de ver. Lo lamento. No estaba tratando de ofrecer favores profesionales a nadie ni usar mi ‘posición’ para meterme en los pantalones de nadie», relata Piskor.
Poco después, otra mujer, Molly Wright, acusó a Piskor de pedirle intimidad a cambio de darle el número de teléfono de su agente, cosa que también negó en su carta.
“La curiosidad mató al caricaturista. No había manera de que un niño de 17 años se quedara en mi casa. Quizás ni siquiera 18”, escribió.
Ver esta publicación en Instagram
Wright incluso publicó supuestos mensajes recibidos del artista en Instagram, aunque estas capturas fueron eliminadas después de 24 horas.
Estas acusaciones tuvieron repercusiones significativas en la carrera de Piskor. El artista perdió un contrato por más de 75 mil dólares y una exposición de su trabajo en el Pittsburgh Cultural Trust fue suspendida. Además, su colaborador en el programa de Youtube, Cartoonist Kayfabe, Jim Rugg, anunció el fin de su relación laboral debido a la situación.
NAM/Reporte Índigo/Milenio
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